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Algo nuevo: los festivales o cómo consolidar una escena

Durante los últimos cincuenta años, los festivales nacionales de música como el BA Rock, Nuevo Rock Argentino, Ciudad Alterna y La Nueva Generación se ganaron un lugar en donde al congregar a la cultura joven y conformaron a varias de las escenas de artistas que conocemos.

Considerando al primer disco de Los Gatos, editado en 1967, como el puntapié para el recorrido del rock en nuestro país, la nutrida historia de las bandas y la cultura joven fue gestándose a fuerza de autogestión y vocación cultural. En Arrogante rock, el libro escrito por Roque Casciero, Diego Tuñon afirmó: “con la salida de Jessico nos dimos cuenta que no vivís de los discos ni cuando el disco se vende un montón”. Esta síntesis condensa varias nociones, pero la más importante es que la vida de las bandas se alimenta a base de sus conciertos y giras.

En esta dimensión es que la necesidad de tocar, la poca oferta de lugar y la capacidad de congregar mucha gente en un mismo lugar que pueda conocer ‘algo nuevo’ hizo de los festivales musicales una alternativa ineludible para enfrentar la quietud cultural.

La temporada de festivales masivos fue inaugurada con el BA Rock en 1970, estirada durante parte de la década hasta la llegada de la dictadura cívico-militar de 1976. En su primera edición tocaron bandas hoy clásicas como La Cofradía de la Flor Solar, Manal, Los Gatos, Arcoiris, Almendra y Vox Dei, entre otros, y artistas como Miguel Abuelo, Moris, el Pájaro Zaguri. A las siguientes ediciones se le fueron sumando figuras como Charly García, Nito Mestre y David Lebón.

El resquemor en el regreso de la democracia hizo que la masividad no se volviese a encontrar hasta la década de los 90 con el Nuevo Rock Argentino. Este festival se desarrolló en Córdoba, organizado por Alejandro Almada, el actual manager de El Mató. Bajo este eslogan intrépido, un puñado de bandas se separó de todo lo que representaba el rock en la Argentina hasta ese momento: desde la sonoridad hasta las performances y la estética. Todo era nuevo con bandas como Babasónicos, Peligrosos Gorriones, Massacre, Los Brujos, Juana La Loca o Todos Tus Muertos, que plantaron una bandera frente al crecimiento del ‘rock barrial’. En 1994, el ‘Nuevo Rock’ tuvo una gira itinerante por la provincia de Buenos Aires que cerró en La Plata. Allí tocaron los Gorriones, Víctimas del baile y Todos Tus Muertos en Universal.

La llegada de los 2000 trajo consigo la masificación del internet y un nuevo F5 cultural, que produjo un sismo en la industria discográfica por unos años. El acceso era mayor y con esto más democrática la forma de consumir.

La tragedia de Cromañón, en ese lúgubre concierto de Callejeros, produjo la contracción de muchos espacios culturales y la reducción de la oferta de conciertos en vivo en casi todo el país. Se activó entonces una era bandcamp donde el lo-fi y los discos grabados caseramente se volvieron el estandarte de una nueva generación de artistas. Maxi Prietto, por ejemplo, inició su derrotero así: los discos de Prietto viaja al cosmos con Mariano grabados caseramente por Shaman Herrera se encuentraban en esa plataforma para escuchar de forma online. Festivales como el Turdera o el Festipulenta dieron el espacio para que varias bandas del underground porteño aumentaran su rodaje: Viva Elástico, Tobogán Andaluz, Las Ligas Menores, por nombrar solo algunas.

En nuestra ciudad ocurrió lo mismo. La inmensa vida artística y cultural se vio congregada en el festival Ciudad Alterna donde pasaron Mostruo!, Crema del Cielo, Sr. Tomate, Valentín y los Volcanes, The Falcons, La Patrulla Espacial, Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete, El Mató, 107 Faunos, fueron algunas de ellas.

En Córdoba con la experiencia pop de Discos Del Bosque, cantera de artistas como Juan Ingaramo, Rayos Láser, De La Rivera, Valdés e Hipnótica, entre algunos, marcó lo conocido como la escena cordobesa. En sintonía a cómo se los agrupa a Usted Señalemelo, Perras on the Beach y Luca Bocci con el ‘manso indie’ mendocino.

Con la misma inquietud que todos las anteriores experiencias es que apareció en el festival de La Nueva Generación. Nuevamente Córdoba se convirtió en el escenario donde un festival con bandas en su mayoría nacionales congregan a  ‘lo nuevo’ de una generación de artistas. Marilina Bertoldi, CA7RIEL, Un Planeta, Conociendo Rusia, entre algunos, fueron elegidos para mostrar cómo suena la novedad entre artistas consagrados como Emmanuel Horvilleur o Los Espíritus.

Cada década está signada por un recambio: los más jóvenes toman la posta con frescura, sonoridades, estéticas y discursos nuevos. La fiebre por estar encima de la novedad se traduce en varias dimensiones, una de ellas son los eventos de este tamaño, donde ya no solo no se dividen a las bandas por géneros o se escucha música, sino dónde se congregan una forma integral de vivir la música: gastronomía, tatuajes, cortes de pelo, fotografía. Lo nuevo se va renovando todo el tiempo. Y en ese vértigo es que a cada grupo de artistas les sirve estar juntos.

Matías es periodista cultural. Colaboró en el diario El Día y es docente de gráfica en la Facultad de Periodismo de la UNLP. Quiere morir con 'The Thrill is Gone' de Chet Baker de fondo.