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La travesía de Julio Moura

El guitarrista y corazón melódico de Virus, la banda que cambió el destino del rock argentino de los ‘80, hace un recorrido por su vida musical y habló con Oscar Jalil de su último disco, Enigma 4, que presentará mañana en Pura Vida, en su primera y esperada actuación como solista en La Plata.

Fotos: gentileza prensa y Martín Bonetto

El corazón melódico de Virus le pertenece. Julio Moura lo sabe pero es un tipo muy discreto y deja que las canciones sigan sonando sin demasiadas aclaraciones. Charlar con él tiene algo de travesía escarpada, su notoria timidez y una vieja adhesión al bajo perfil levantan una pared infranqueable. Está a punto de estrenar banda y disco solista en La Plata y la ocasión parece una excusa perfecta para ingresar con guía en el túnel del tiempo de la banda que cambió el destino del rock argentino de los ’80, y volver al presente subido a Enigma 4, flamante álbum debut que tiene fecha de estreno en vivo este martes 21 en Pura Vida.

No es casual la elección del escenario para presentarse por primera vez en La Plata en el rol de solista, ni cruzarlo en el backstage del último Atenas de El Mató a un Policía Motorizado hablando con Gustavo Monsalvo sobre la vida secreta de los guitarristas o comprobar que su nueva banda está integrada por músicos de cantera underground.

Marabunta, Duro, Virus y Limbo parecen los nombres de los personajes de Barbarella, la película de Julio tiene algo de drama fantástico y comedia romántica, modernidad y emporio kitsch, provocación y ambigüedad, un misterio platense como el título de su nuevo disco.

EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO EN EL MICROESTADIO ATENAS LA PLATA 6 ABRIL 2019 FOTOS MARTIN BONETTO

Winco familiar

“En casa teníamos un combinado y ahí todos escuchábamos música clásica. Después llegaron los tangos que tocaba mamá en el piano y el folklore que hacían mis primas. Pero el primer disco que me impactó y que me impulsó en la música fue Deep Purple in Rock, no podía creer cómo tocaba Ritchie Blackmore. Cuando Federico estuvo viviendo en Londres me mandó un disco, una especie de edición especial que tenía del Lado A todo Hendrix y del otro lado todo The Who. Ahí definitivamente me metí en el rock para siempre, nunca más salí…”.

Una insinuación

“Creo que la previa de todo fue con Federico y Marcelo en casa. Era un piano, una guitarra y una insinuación… tenía que ver con que todos estábamos muy metidos en eso, en descubrir cosas. Y ahí es cuando más música escuchamos. Cronológicamente no me acuerdo, no es importante tampoco, pero ahí empezamos a descubrir a Ney Matogrosso, Los Beatles que venían desde antes. Pero ahí nace todo. Entre medio de todo eso ocurrió la desaparición de Jorge (Moura) y toda la violencia de la dictadura. Era muy difícil encajar con lo que pasaba. No sabías qué iba a pasar y terminó pasando algo muy terrible…”.

Marabunta

“Creo que Marabunta fue encontrarnos casualmente gente con características especiales. A Pablo (Tapia) no lo conocía, él iba al Nacional a la tarde y yo iba a la mañana. Nos cruzábamos. Teníamos referencias uno del otro pero no nos conocíamos. El primer contacto que tuve con él fue zapando. Y muy poco tiempo después empezamos a tocar en vivo. Nosotros no sabíamos cómo era tocar en vivo. Tocábamos en un boliche de 48 casi 8, nos pagaban por un porcentaje entre las entradas y las consumiciones. El porcentaje era nada porque la gente casi no cosumía. El sonidista lo único que tenía era una cámara de reverberancia y cada tanto Pablo decía: “Señores, ¿por qué no se toman una cervessssita?” con el efecto de la cámara. Y ese era nuestro gancho para ganar algo de plata. Viéndolo en retrospectiva, creo que impactaba mucho. Porque éramos una mezcla de desparpajo total pero a la vez era música en vivo, algo que no existía en ese momento. Venía un poco de la historia del Dulce (Dulcemembriyo) y Diplodocum Red & Brown».


Pre Virus

“Marabunta y Las Violetas (la banda de Federico Moura y los hermanos Serra) terminan juntas en Pinamar, en el fracaso total. No me acuerdo el año, pero desde ese momento hasta dos o tres años después fue el peor momento de la dictadura. Es decir, hubo una dispersión en todo sentido. Federico se fue a Buenos Aires y empezó con Limbo, su casa de ropa… Duro es la unión de las dos bandas, Federico ya estaba en Brasil. Laura Gallegos cantaba un par de temas pero ni siquiera podía escucharse porque tocábamos a un volumen altísimo, algunos temas los cantaba yo. Eso fue durante 1979, el año que viajamos a Estados Unidos, en la época de Martínez de Hoz. Ahí nos compramos equipos y empezamos a ensayar como una banda con intensidad, todos los días. Casi naturalmente surge lo de Federico. Alguien fue el que dijo ‘vamos a buscarlo’, pero en un punto, inconsciente o no, todos pensaban en él. Y él estaba allá, en Brasil, un poco esperando algo”.

Los Dioses

“Había muchos nombres dando vueltas y se decidió por Virus. Estaba Los Dioses, que a Federico le gustaba, pero que era tremendamente soberbio. Ya teníamos varias canciones de lo que terminó siendo Wadu Wadu. Federico se incorpora en el sentido de que se adapta al momento de la banda haciendo letras inmediatamente, con los arreglos. Empieza a fluir una cosa que estaba más allá del planteo. Creo que fue el principio de nuestra liberación, de toda la carga que teníamos adentro”.

Oro en polvo

“Muchas veces cuando se analiza Virus se habla de las letras o la música. Es imposible que una cosa haya existido sin la otra. No es que la letra sola fue lo que hizo la música. Eso fue lo interesante y lo que nos hizo complementarios… Mi relación con la composición arranca cuando empiezo a sacarle sonido a la guitarra, empiezo a imaginar cosas. Con Federico nos integramos, nada preestablecido, él era muy versátil y podía ver más amplia y objetivamente un tema o la estética general. Y yo era más bruto, me salía la idea. Entonces cuando nos juntábamos era difícil porque nos peleábamos mucho, era maravilloso. La gente no tiene por qué saber que en ‘Pronta Entrega’ nos cagamos a puteadas durante todo el tema mientras lo grabamos… La gente a Federico después le hablaba de la letra y él lo único que se acordaba era que nos puteamos”.

Corazón melódico

“En Virus las composiciones nacían, en general, de las líneas melódicas, y casi en todos los temas las líneas melódicas son mías. Obviamente, ahí aparece Federico quién las cantaba. También un romanticismo que siempre estuvo naturalmente en los dos. Y creo que ese romanticismo es la parte que nos permitió fluir tanto porque éramos completamente diferentes y no coincidíamos en muchísimas cosas. Federico lo cuenta en una entrevista, habla del romanticismo, porque en un momento Virus empieza a transformarse, a sacar cosas más sensoriales y arrancar con eso que es algo muy complejo, quedás expuesto a un montón de cosas… En Virus existe una cuestión de línea melódica y de romanticismo que va más allá de una canción, ya sea ‘¿Qué hago en Manila?’ o ‘Se Zarpó’, porque creo que todas tienen eso”.

Federico yo te adoré

“Un periodista mexicano decía que los mitos son necesarios. Porque es como una proyección de lo ideal. Y por lo general casi todos los mitos desaparecieron, por eso son mitos y por eso la gente puede hablar por ellos o como ellos. A mí a veces me da mucha bronca, pero en un punto es una boludez que a mí me den bronca cosas que están más allá de la intención de la gente. Virus es la música y creo que es la manera no más canchera de definirlo, sino la única. Después está Federico, la persona, los personajes… El momento de quiebre fue muy duro. Cuando Federico se estaba muriendo a mí me salió del alma decirle ‘se acabó todo’. Y me salió del alma porque es algo que no tendría que haber dicho, era como decir: “te morís y nos cagas la vida”. Y yo lo que quise decir es que no soporté transitar todo ese momento. Era un sueño que veníamos desarrollando, era difícil bancarse eso”.

Hago más

“Fue inevitable seguir. No me importaba si estaba bien o mal. Creo que a nadie tengo que explicarle eso. De otro modo, todo hubiera sido muy triste sin la música. Mi vida hubiera cambiado absolutamente. Hoy con un tiempo de distancia de haber dejado reposar a Virus, todos los recuerdos que tengo son de felicidad pura. Los momentos difíciles hasta me los tomo con humor. Obviamente, no la muerte de Federico. Pero es mucho más la intensidad de lo que él me dio que un recuerdo triste”.

Limbo

“Creo que con Limbo me transformé en una persona del lado creativo. Tenía mucha confusión interna, existencial, no tiene sentido detallar. Pero lo pude elaborar en los temas porque era interminable, todo el tiempo me salían cosas. Tenía como una nebulosa. Estaba perdido en algún punto y bloqueado. No me imaginaba Limbo como un grupo, no me imaginaba un futuro en el sentido de shows comerciales, un grupo como medio de vida. Lo armé con un teclado desde donde disparaba secuencias, tocaba arriba, no había músicos. Estaba Alfredo Pería (Mimilocos), que cantaba, y después todo eso terminamos llevándolo a Nueva York y grabando con músicos de sesión maravillosos. Creo que Limbo se termina ahí. Después, cuando volvemos, prácticamente, no hubo vivo. Ahí me aflojé. Me encantó el disco, me encanta Ruidos en el cielo (1993). Doris, una cantante venezolana, se hizo cargo de todos los coros del disco”.

Virus 90-00

“En esta segunda etapa tocamos más que en la primera. Y tuvimos reacciones muy fuertes. Desde putearnos y decirnos de todo, hasta la energía que transmitía la gente, del ‘qué bueno que sigan, que bueno que nos muestran esto’, ‘mi hijo se llama Federico’, y también todo una serie de cosas que tuvimos que enfrentar. Me agarraba cada bronca, porque soy cabrón, ¿y cómo no vas a reaccionar cuando te dicen: ‘Estos salen a robar con los temas de Federico…’?”.

Enigma 4

“Mucha gente me pregunta por qué tardé tanto tiempo. Realmente nunca me lo había preguntado, porque hace mucho que quería hacer un disco solista. Desde el principio de Virus, incluso lo hablamos con Federico: él quería hacer su disco y yo el mío. Después sucede todo lo que nos pasó. Con el tiempo empecé a tener una visión del pasado muy diferente. Empezar a tratar con recuerdos que iban fluyendo, miles y miles… mucha felicidad. Y ahí encaro el disco nuevo y digo ‘¿qué carajo voy a hacer?’. No tenía ningún material, todos los temas son improvisados desde el punto de vista compositivo. Cada tema tiene lo suyo y ahí es donde coincide el hecho de haber decidido grabarlo acá, con otros tiempos, solo. En algún punto es un proyecto bastante individualista, omnipotente. Pero bueno, la música es así. No me toques este Do porque te mato”.

Destino circular

“Grabé todo en casa y después me dije que tenía que grabar con un batero y un bajista. Y lo sumo a Mariano López. Me lo encuentro después de muchos años. La data de Mariano es Luis Alberto (Spinetta) toda la vida, Soda, Fito, nosotros. El disco tiene muchas guitarras con sonido definitivo, tiene pocos instrumentos y muchos espacios. Y después, hay rock… Luego aparecieron las letras. Y era, ‘¿Qué le voy a decir a la gente después de todo lo que pasó y de la locura que puedo llegar a tener con relación a comunicar algo existencial ante la humanidad…’. Todas las letras tienen un denominador común que lo ví después, hablan desde el presente, citando el pasado pero necesariamente terminando en el futuro. Hay nostalgia, hay melancolía, pero no bajón. Recuerdos maravillosos, que tienen vida”.

Nunca me fui

“Mis hijas tienen mucho que ver. No con el producto final que se escucha en Enigma 4, pero sí con todo el proceso que terminó al día de hoy en mi vida. La pasé mal durante mucho tiempo y desde que nacieron mis hijas todo fue increíble. Pierdo dos hermanos, me aparecen dos hijas. Fue como un intercambio de teología. Me devolvieron la vida. Vos ya dejas de ser vos. Tu futuro ya no es el tuyo. Vos te podes querer matar y no, olvidate de vos. Y creo que eso me pasó con la música también. Me olvidé de prejuzgar o de hasta dónde tengo que ver con Virus”.

Es periodista para seguir conectado con la música, entrar gratis a los recitales y ambientar espacios tan diversos como una muestra de arte, un bar-mitzva o el Lolaparocha. Jura y perjura que nunca tomó una ginebra con Luca Prodan y todavía compra discos.