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La canción en la radio de Valentín y los Volcanes

Fotografías: Cortesía Mark Roeder

Valentín y Los Volcanes hoy toca en Pura Vida en una de sus dos únicas fechas del año. Antes de eso Juan Facundo Díaz habló con Nicolás Kosinski, Juan Manuel Strassburger y Mark Roeder sobre la banda, la influencia de Daniel Johnston y la versión de «Nunca seré una canción en la radio» que terminó en un disco de vinilo editado en Estados Unidos.

El legado de Daniel Johnston en La Plata puede reconocerse, junto al de tantos otros artistas, en el sonido característico del indie de la ciudad en la década que pasó. Hay, además de la sonoridad, una serie de puentes que no son tan conocidos y esconden una historia de admiración, encuentros y desencuentros, llamadas de larga distancia, reversiones, vinilos y personajes que se fueron entrelazando para que Valentín y Los Volcanes y Daniel crucen sus caminos. La banda platense, por su parte y desde sus inicios, hizo bandera de esa sensibilidad inocente y el espíritu guitarrero de las canciones de Daniel, y ese vínculo se vio cristalizado en el primer Compipulenta por un lado y por el otro, en la edición, en manos y mente de Mark Roeder, de una pequeña tirada de vinilos con un lado B de la banda. 

“Con José éramos muy fans de Nirvana y buscábamos todo lo que tenía que ver con ellos”, cuenta Nicolás Kosinski, el guitarrista de la banda. “Ahí apareció Daniel. Sentimos que ese sonido y esa forma de hacer canciones, esa cosa tan espontánea y más expresiva que técnica, tenía que ver con lo que estábamos buscando para nuestra banda, canciones de guitarras”, dice. 

Sin embargo, esa admiración en el germen iniciático de Valentín y los Volcanes no se quedó allí. Tiempo después, por medio de un periodista de Página/12, se propusieron conseguir el teléfono de su casa en Estados Unidos y llamarlo para que participe en un video. “Nos dieron el número de la granja donde vivía con su mamá. Conseguimos un aparato para grabar la conversación y lo llamamos. Una amiga que hablaba inglés charló con la madre y le contó lo que queríamos hacer”, cuenta Nicolás. “Nos atendió muy amable y dijo que lo iría a buscar. Daniel agarró el teléfono, le contamos que éramos una banda de Argentina, que nos gustaba lo que hacía y que queríamos grabar su voz para ponerla en un video. Se copó, repitió unas palabras que le pedimos y lo pusimos un clip 8 bit de ´Piedras al Lago´”. 

Para fines del 2010, la banda ya era un número frecuente de los Festipulenta. Fue así que participaron del primer compilado que llevaban adelante los Cosas Pulenta, un disco doble y de descarga gratuita que contenía treinta y dos canciones completamente inéditas. Para eso, durante un domingo de octubre de ese año, la banda grabó “Nunca seré una canción en la radio”, su propia adaptación de “Fish”, el tema de Daniel Johnston. 

“Es una versión brillante”, recuerda Juan Manuel Strassburger, una de las cabezas del proyecto. “Mantienen ese espíritu joven y a la vez suelto y espontáneo que tenía Daniel Johnston, con momentos de letras muy inspirados. Redoblaron la apuesta, porque conservaron la música intacta pero reprodujeron el espíritu en castellano sin cambiar nada. Ellos crearon; no es fácil, y sin embargo lo lograron”, dice. “La interpretación es emotiva. La original me encanta, pero a mí me gusta más la de los Volcanes. Tiene un entusiasmo y una energía muy contagiosa”, agrega. 

Unos meses después, en un hostel de Ushuaia, Nicolás le dio play a esa canción frente a Mark Roeder, un estadounidense que creó y dirige un sello discográfico en Brooklyn. “A fines de 2010, me estaba preparando para un viaje a Tierra del Fuego. Antes de ir busqué música independiente de Argentina y descubrí a Valentín y los Volcanes. Descargué su álbum Play al Viejo Walkman Blanco y me encantó de inmediato”, cuenta Mark. “Musicalmente es un disco realmente simple: sin pedales de efectos sofisticados, sin solos de guitarra y sin sobreproducción de estudio. Era el sonido de chicos y chicas que se divierten mucho y crean algo atemporal, pero que no se esfuerzan por llegar a MTV. Básicamente, todo me pareció muy honesto”, dice. 

Echo Resonance, el sello de Mark, editaba pequeñas tiradas de vinilos con lados B de bandas que -sencillamente- a él le gustaban. “Para mí, el objetivo era hacer algo físico y hermoso que con suerte duraría más que todos los involucrados”, dice. “Así que en algún momento busqué su dirección de correo electrónico y les pregunté si estarían interesados ​​en hacer un disco de vinilo. Quería mostrar su música poco conocida a un público más amplio y pasar un buen rato mientras lo hacía. Unos meses después de llegar a un acuerdo con los Volcanes me puse en contacto con Maxi Prietto y acordamos lanzar también un vinilo de Prietto Viaja al Cosmos Con Mariano”, cuenta.

“Mark vino a Argentina a escucharnos, conocernos y ver si nos interesaba participar. Dentro de su viaje había turismo y coincidimos -extrañamente- en Ushuaia”, recuerda Nicolás. “Una noche nos pusimos a escuchar discos y me dijo ´elijamos las canciones para poner en el vinilo´. Ahí le mostré la reciente grabación de ´Nunca seré una canción en la radio´ y se largó a llorar”, dice. “Probablemente escuchamos la canción unas veinte veces”, recuerda Mark. “Realmente me encantó y supe de inmediato que sería el lado b por excelencia. Para mí, cumplía todos los requisitos para una gran versión: conservaba el espíritu suficiente de la original pero también era completamente nueva. La instrumentación fue realmente genial”, dice.

Para fines del 2012 el vinilo de dos caras de Valentín y los Volcanes era una realidad y Mark viajó desde Estados Unidos hacia Buenos Aires para participar de dos shows que hicieron las veces de lanzamiento. “Lo presentamos en Zaguán Sur con El Perrodiablo, normA y Prietto Viaja al Cosmos con Mariano”, recuerda Nicolás. “Había 100 copias y se agotaron todas”. “F fue un evento relajado y muy divertido. Tanto fue así que me permitieron subir al escenario a tocar la guitarra”, dice Mark. “Justo yo, un tipo cuyo talento para el instrumento era incluso más deficiente que su habilidad para hablar español. Luego vimos a Prietto Viaja al Cosmos en San Telmo, en una fecha fue más tranquila pero no menos alegre. Recuerdo estar sentado en el suelo en la oscuridad, cantando ´Verano Fatal´ rodeado de extraños”.  

Después de los shows, Mark volvió a Estados Unidos y la banda no supo más de él. Las copias de “Nunca Seré una Canción en la Radio” son un objeto de colección y están agotadas en Argentina y dan cuenta de la gran influencia de Daniel Johnston en la banda. Echo Resonance, por su parte, desapareció y no editó más discos. “El sello murió porque nunca supe realmente cómo ganar dinero con el proyecto, ni estaba muy interesado en hacerlo”, dice Mark. “Quería hacer amigos en lugares lejanos y divertirnos mucho juntos. En todo eso, Echo Resonance fue un éxito absoluto”.

Periodista musical, diabético, amante de los vinilos, la cerveza y el soul. Escribe para silencio.com.ar y antes de los 20 ya frecuentaba estudios de radio. En La Plata ha sido, alternativamente, operador, productor, conductor y columnista en diversas radios y programas. Actualmente se desempeña en el “Beat de la Cuestión” de Radio Cantilo con Cuchi Calderón. Además de comunicador es un excelente bailarín y un cantante discreto pero con entusiasmo.