Bestia Bebé despide este año extraño con un “Gracias por nada”
El cuarteto de Boedo, presenta su cuarto disco de estudio.
Luego de una breve intro, la canción ‘Documental para mí’ presenta la frase que da título al disco. Y lo tiene a Tom Quintans cantando sobre estar cansado queriendo volver a casa y que se termine el año. Lo que resume muy bien las idas y vueltas que tuvo la banda de Boedo con el coronavirus.
Gracias por nada se presentó en simultáneo en España y México luego de haber tenido que postergar su lanzamiento inicialmente previsto para marzo. Fue grabado en el estudio Resto del Mundo en octubre y noviembre del 2019 por Felipe Quintans que también colabora con teclados en varios temas.
Con 11 pistas, la fórmula directa de la banda sigue intacta. En sintonía con una de sus nuevas letras “Es imposible fallar y vamos a festejar, y vamos a festejar como los grandes en el podio del TC”, el Polaco Ocorso, Chicho Guisolfi, Tom Quintans y Boui Vilche vuelven a regalarnos un dosis de canciones sin demagogia y guitarras en la frente, que combinan justo con el tono amigo de Quintans.
Además encuentra a los chicos de Boedo con un alto grado de sinceridad y poder de observación. La prosa de espíritu adolescente pero poderosamente genuina al hablar de problemáticas mundanas como relaciones, miedos o escenas de la noche como la narrada en Media docena de Maleducados, conecta todos los temas con nombres muy bien pensados.
¿Qué clase de ciudad es esta? cuenta la colaboración de Santiago Motorizado y Mora Sánchez Viamonte volviéndolo en uno de los temas más armónicos y sensibles del disco.
El descontrol probablemente sea la pista más rica en recursos y según Quintans: “La canción más triste que escribí”. Desde un bajo que pisa fuerte, un estribillo rozando el enojo con una disfonía cuidada hasta un audio de telefonía sampleado. El fin del Mundo es un tema para ser explotado en vivo con matices de todos los tipos: un buen estribillo para ser coreado y arreglos de bajo y guitarra sumamente elaborados.
Gracias por Nada presenta una gama de melodías que recorren todos los estilos: lo acústico, la fibra punk, estribillos para agitar y reflexiones que nunca buscan ser demasiado cool en un imaginario de medianeras, bares, zapatillas gastadas y el bajar películas. Elementos que vuelven a Bestia Bebé el soundtrack de una generación madura pero con miedo a envejecer.
