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Alen Sabella

Buscome: el juego íntimo de palabras y sonidos de Alen Sabella

Foto: Luciana Demichelis.

La salvación se presenta como una serie de reflejos acuáticos y sonoros en el nuevo lanzamiento de le músique platense.

Hay un sentido de comunidad que atraviesa toda la obra de Alen Sabella, co-fundadore de la productora platense Casa Conecta. Hay referencias a temas propios y a colegas que hicieron su búsqueda creativa más amena. Elementos que aparecen bajo la magia del sampleo en su repertorio electrónico.

Su último tema, Buscome, no es la excepción. Con sintetizadores suaves que nos transportan a la claridad de un espejo de agua como ilustra la portada, la melodía se complejiza hasta llegar a los beats medidos que darán la bienvenida a la voz de la artista española Bebe en su tema homónimo, inspirador de todo.

Si el agua arrastra todo, las melodías de Buscome se sienten como un oleaje en el que se mezclan sonidos de distintos lugares y tiempos, para conjugarse en casi seis minutos que confirman el interés de Alen tanto por lo rítmico como por lo conceptual.  

“La búsqueda en vos queda” son las palabras que cierran el tema y un poco de eso tuvo la charla que ADM mantuvo con le artista. Compañerismo, vuelta a la infancia y la importancia del aprendizaje.

El tema arranca con “la música nos va a salvar”, una frase simple pero que dice mucho ¿Es tu lema de vida?

Esa frase es un sample que tomo de Clavícula, el tema de Lucy Patané, que está dentro del último álbum que sacó y que me pasé escuchándolo toda la cuarentena. Y esa frase me quedó resonando en la cabeza,porque, verdaderamente, antes de la pandemia y durante la pandemia, sentí que la música me ha salvado y salva muchas veces de lo que une puede pensar, de lo que une puede estar dándose rosca en la cabeza. Y a veces está bueno la distracción de lo que une mismo se da máquina a través de la música. Y construir con esa música otra cosa o repensarse y actuar y convertir ese monstruo interno neurótico que genera música en otra cosa. Como en la danza o el encuentro con la melodía genera una forma de sentir la vida mucho más sana que sin ella.  Entonces sí, creo que es una frase simple que representa mucho de los valores, de la pulsión de vida que llevó adelante. Creo que es un sentir muy compartido, que es muy colectivo el hecho que la música nos acompaña y nos salva. Por eso me gustó la idea de no grabarlo yo y decir “la música nos va a salvar” sino citar, con el simple de Lucy Patané, que se ve que también es un audio o sampleo de algún amigue de elle, y me gusto seguir con la corriente de samplear y citar la idea, que se ve que varies sentimos y nos atraviesa.

Buscome tiene mucha más percusión que Destino sin Ruta. Como artista, ¿qué cambios atravesaste entre un tema y otro?

Sí, hay una gran diferencia entre los dos temas. Tiene que ver con cómo puedo llevar a la práctica en Ableton mi producción musical, con lo que voy sintiendo en ese momento y me va naciendo hacer. En agosto empecé clases con Lupe de producción musical y ahí empecé a incorporar un montón de herramientas, todo en base al low de Ableton. Poco a poco fui encontrándome con formas de crear.

La parte del beat making es un proceso que me llevó mucho tiempo. Siento que todavía no le encuentro el volante a cómo llevar el viaje de esto. Y Destino sin Ruta  tiene mucha menos percusión por esta razón, por mi dificultad de crear las batas en ese track. Fue como resignificar el hecho de esta falta, de no poder hacer el tipo de beat o percusión, algo que en Buscome sí pude crear. Resignificarlo y decir ‘vamos a hacer otro tipo de track y melodía’. Ahí también elaboré un track con muchos samples, como de Pink Floyd, uno muy sutil que es de Tyler, the Creator y después vocales mías. Con los synthes y las magias que Ableton me ofreció generé Destino sin Ruta, como que me salió y fui convirtiéndolo, en un proceso de varios meses. Estuve tres meses con Destino sin Ruta y en la última semana hice el 50% del track.

Y con Buscome fue un período largo de producción también, pero fue por otro lado, ya habiendo atravesado los finales del nivel dos de las clases de producción con Lupe. Entonces ahí ya tenía muchas más herramientas para la creación de los beats, o de cómo arpegiar las melodías y demás.

¿Cómo manejas el incorporar letras en tu música?

La verdad que me gusta mucho la idea de encontrarte en un tema referencias anteriores a la creación que se está gestando. Como el hecho de citar palabras de otre, como en el caso de Buscome que uso a Bebe, artista española. El tema original de donde salen sus vocales se llama Buscome. Yo lo escuchaba mucho de peque en el auto con mi mamá, y me resonaba muchísimo ese álbum donde está ese tema.

Y me volaba la cabeza la palabra buscome, ¿qué es? Es un juego de palabras. Y me volqué a crear con esa misma forma, de esa lógica de jugar con las palabras.

Es un poco complejo el hecho de, por un lado, querer hacer música más de pista y a la vez hacer algo con las palabras y que las letras vayan de la mano. Siento que con pocas palabras se puede decir mucho, y sin palabras también. La música no necesita ser explicada, ya dice, habla por sí misma.

Re contra varía, hay veces que necesito el complemento de la letra para terminar de encontrar mi mensaje y otras veces no. Pero últimamente sí, me gusta la idea de encontrar la palabra, la letra en la música como medio para crear y comunicar.

La portada es bastante poética, ¿cómo la pensaste?

La portada es una foto magnífica, hermosa, que capturó hace unos años Sofía Alfageme, una amiga con la que ya trabajé en la portada de mi primer álbum La superficie de lo interno (2019). En este caso la foto no fue creada a partir del track, sino que la elegimos dentro de las fotos analógicas que tiene Sofi en su repertorio. Y entre todas las fotos que estuve viendo, cuando me encontré con esta sentí una identificación muy zarpada porque sentía una gran conexión con el concepto y la idea que vengo elaborando desde la superficie de lo interno. Por esta idea que vemos un cuerpo dentro del agua que no se le ve el rostro, la cabeza queda por fuera del cuadro. Está dentro del agua entre tonos muy melancólicos, nostálgicos, íntimos, fríos. Que están ahí entre el azul, el blanco, el gris, el negro. El agua tiene un grandísimo valor. El granulado de la imagen, esa captura única que transmite inexplicablemente la foto analógica.

Una foto que representa mucho la idea de la superficie de lo interior también. Porque está muy cerca de la superficie y no vemos su cabeza, pero todo lo que se ve siento que habla mucho de algo mucho más íntimo. 

Después queda para la libre interpretación. Como vos decís, es una foto bastante poética así que, entre el track y lo que dice y el cómo suena y la foto, concluyen algo. Y ese sentir es lo más hermoso e importante que tiene que quedar de toda esta experiencia, de ir avanzando y creando música, de trabajar con otres para las portadas o presentaciones de discos. 

Siento que hay algo siempre por encima más importante, que son los valores conceptuales que se pueden llevar a cabo con infinitas herramientas y multidisciplinas del arte. Estoy muy feliz en cómo resultó la tapa. 

Escuchá Buscome acá: