La utopía desencantada de Juli Suanno
Foto: cortesía de Celina Cassi (Prensa y Comunicación).
La artista adelanta el primer tema del sucesor de su debut No es amor si contamina (2019).
La cantante y compositora radicada en la ciudad de La Plata estrenó Utópica, un sencillo que acentúa la versatilidad estética de sus canciones, que se desplazan con comodidad entre géneros urbanos como el hip hop, poro y rock, a veces arrimándose a otros ritmos. Siempre sin restricciones, sin miedo a la fusión de diferentes estilos.
Con una voz acelerada que va al choque y una base sintética que roza lo aéreo, Juli despliega una lírica que desenmascara los desencantos de la idealización. Utópica fue un adjetivo elegido por ella para definir su forma de ver la vida y la desilusión que acarrea esa mirada inocente, la luz y la oscuridad que se manifiestan en el mismo momento y en el mismo lugar, y finalmente, la pérdida de esa inocencia ante situaciones diversas.
Juli disecciona las emociones y estados que reflejan algunos versos de la canción. «Quizás yo soy demasiado Utópica» (“pero así como veo el mundo soy quien soy”). «No veo blanco o negro, veo más allá» (“siempre buscando un lado positivo a las situaciones o personas”). «Quiero creer que así miran los demás» (“y si, a veces me gustaría que todxs pudiéramos ver las cosas un poquito más allá, con más profundidad. Y ahí aparece la decepción, la desilusión, la utopía”).
A su vez este tema le permitió a Juli Suanno reconectar con su costado audiovisual. Dirigió y actuó en el video, logrando así fusionar las disciplinas que más disfruta. Con una estética que remite a películas de Gore Verbinski como La cura siniestra, la vemos cantar en una bañera de aguas blancas y negras, bailar sobre un fondo de plásticos relampagueantes y retorcerse con sutileza contra un suelo tipo damero. Si bien no hay mucha historia, la progresión de los elementos y del montaje propio de una película de terror terminan plasmando esa sensación de encierro y oscuridad que puede transmitir cierta mirada Utópica del mundo.
Juli Suanno lo explica así: «No quise nada de color en este video, trabajamos sobre una paleta bastante monocromática con blancos y negros, porque ni el momento ni la canción lo ameritaba. Quería trabajar sobre la crudeza de lo que hay, volver un poco a las bases del audiovisual, pero también de mi.»
