Santiago Motorizado: «No me imagino tocando sin El Mató»
El artista y cantante de El Mató a un Policía Motorizado conversó con ADM en la previa a su concierto solista en el Parador Playa en Punta Lara, cuya última edición también contará con las participaciones de RARA, Rodrigo Mayorga a.k.a DJ Bull y Dj Val Spirito. Además, pintarán en vivo La Gobernadora 420 y Furiart.
“Un guerrero primero debe saber que sus actos son inútiles y, a pesar de ello, proceder como si no lo supiera. Ése es el desatino controlado del chamán”. Hace unos meses, en plena pandemia, Santiago ‘Motorizado’ Barrionuevo compartió en su cuenta de Twitter ese fragmento de Las enseñanzas de Don Juan, de Carlos Castaneda. Y con ese ímpetu aventurero emprendió tiempo después una ‘gira apocalíptica y mágica’ por varios puntos del país como Córdoba, Rosario y la Provincia de Bs. As. En todos los lugares a los que fue las entradas de sus presentaciones se agotaron. En CABA, por ejemplo, llenó dos veces el patio de la Ciudad Cultural Konex.
Recién llegado de tocar en Uruguay con las Niña Lobo, su derrotero lo conducirá a Punta Lara, al Parador Playa en la Sede Náutica del Club Universitario. Es una función importante y simbólica por varios motivos: la sensación de que el verano llegó definitivamente a su fin y el reencuentro de Santiago con el público platense después de un año de pausas e incertidumbres, shows en streaming y bloqueos creativos. Santiago trae consigo un repertorio de canciones que formarán parte de su disco solista, versiones acústicas de temas de El Mató y algunas versiones de canciones que le gustan mucho.
Además de sus presentaciones en vivo, el rastro más contundente de su trayectoria solista es la banda sonora que compuso para la película La muerte no existe, el amor tampoco (2019), dirigida por Fernando Salem y basada en una novela de Romina Paula. Pero su disco debut es una vieja promesa, un proyecto que viene macerándose hace más de cinco años, postergado por sus compromisos con El Mató, su mayor prioridad. Incluso hay varias entrevistas donde Santiago aseguró tenerlo grabado, pero que le faltaba hacer la mezcla.
De alguna manera es un fenómeno curioso porque esa demora no perjudica del todo al público, que se adelantó a la concreción oficial de dicho material. El compilado de versiones acústicas de sus temas que un usuario armó en Youtube en 2014 tiene alrededor de 700.000 reproducciones. Basta con bajar a la sección de comentarios para ver el sentimiento de comunidad y acompañamiento que genera ese puñado de canciones no del todo legítimas que pone el dedo en la llaga como lo puede hacer el soundtrack de la película Submarine.
Antes de subirse al escenario con el último ocaso veraniego detrás suyo, Santiago reflexiona con ADM sobre el rumbo de su disco solista, las decisiones al momento de componer y el futuro con El Mató.
¿Cómo transitaste musicalmente la cuarentena?
Tuve varias etapas. Primero, en un momento, no hice nada. Fueron un par de meses en los que no hice absolutamente nada que tuviera que ver con lo creativo. Lo quise hacer, sentí un poco de culpa, sentía que estaba perdiendo un poco el tiempo, pero estuve bastante trabado. Y después me ofrecieron hacer música para unas series y eso me activó, así que a partir de ahí medio que me reencontré con toda esa parte y lo disfruté mucho. Por suerte salieron cosas.
¿En qué momento se encuentra la grabación de tu disco solista? Es algo que está reformulándose hace tiempo, ¿no? ¿Cómo manejás ese deseo?
El deseo lo manejo bien. Soy paciente, no tengo apuro. Y sí, es un proyecto que ya tiene muchos años. Aquel inicio de grabación lo escuché hace poco después de mucho tiempo y no me gustó así que empecé de nuevo, de cero. Son las mismas canciones pero bueno, pensadas y encaradas de la producción desde otro lado, así que contento de cómo arrancó esta nueva etapa. Espero terminar rápido y que no me pase de vuelta lo mismo, ¿no? Cuando se deja pasar mucho tiempo uno cambia y las cosas ya no lo representan tanto.
¿Qué sentís acerca de las versiones acústicas de tus temas solistas filtrados en Youtube?
Cuando se filtraron no me gustó mucho porque no era lo que yo quería mostrar, pero después vi que generaron mucho cariño en mucha gente que conoció las canciones así y todo bien, se me pasó el enojo. Un enojo muy leve, igual. Es una mezcla, porque a la vez te genera satisfacción que alguien quiera inmediatamente compartirlo, ¿no? Que es algo natural, algo que es muy de otra época. Siento que de alguna manera eso de compartir cosas, rarezas inéditas, era muy de la época de Napster y eso. Después todo se fue yendo a una cosa más ordenada y estructurada por la industria como las plataformas actuales digitales donde escuchamos música.
A la hora de componer, ¿cómo elegís qué canción es para El Mató y con cuál te quedas vos? ¿Cuál sería la diferencia entre ambos universos?
Las mejores, las que más me gustan, las dejo para El Mató. Pero también pasa que algunas tienen mucho humor o algo muy personal… Siempre escribo para El Mató tratando de que esa canción nos abarque o represente a toda la banda. Y por ahí si alguna tiene algo muy muy personal, como una especie de chiste muy propio, eso también queda para mi repertorio en solitario.
¿Quiénes trabajaron junto a vos en la grabación de tu debut solista?¿Cómo fue ese proceso?
Como ya lo habíamos empezado a grabar y ahora lo encaramos de otra manera lo volví a hacer con las mismas personas. Está Tom Quintans, el cantante de Bestia Bebé que toca la batería, toca todo igual, toca la guitarra. Por ahora sólo grabó una batería. Eduardo Bergallo está comandando la grabación. Y está Pipe Quintans, batería en 107 Faunos y que tiene su proyecto Super 1 Mundial, tocando un poco de todo, los bajos , guitarras, synthes. Con ellos arrancamos. Después seguramente Morita (Sánchez Viamonte), también de los Faunos, toque los teclados. Y algún invitado más que va a participar cuando pasemos a la otra etapa de grabación del disco. Estoy contento, fuimos a grabar a Romaphonic. Estuvimos una semana y grabamos muchas canciones, las bases de las canciones, ¿no? Falta grabar cosas arriba, como las voces, y cerrarlas más. Grabamos como 22 bases. También hay que grabar dos más que no van a tener batería. No todas van a formar parte de un superdisco de muchos temas. Seguramente el disco tenga unas diez canciones, pero después todas las demás de una manera u otra las quiero mostrar. Todavía no ordené cómo van a ir saliendo, pero lo voy a ir sintiendo y va a ir apareciendo, como sea.
¿Qué significó para vos hacer la banda de sonido de La muerte no existe y el amor tampoco?
Para mí fue cumplir un sueño, sueño que tuve desde muy chico de hacer música para una película. Gracias a Fer Salem, el director, lo pude cumplir. Su película ya es buena de por sí, entonces eso hizo que todo fuera más fácil. Cuando una música está acompañada con esa belleza de imágenes y esa calidad para narrar, contar historias y desarrollar personajes que tiene Fer, junto con todo el elenco que la rompió… La verdad que es una gran película. Ya era feliz cuando me invitó a participar. Fer tenía muy en claro todo lo que quería y eso facilitó todo porque también tuve mis momentos de dudas, de nervios. Cuando uno desea tanto algo y de repente se presenta es todo… nada, ya que uno no tiene experiencia hay que tener la fuerza y la capacidad de manejar la situación. Pero bueno, con el intercambio fluido con Fer y que a él le fuera gustando lo que le mandaba se fue haciendo todo mucho más fácil, así que feliz de haber participado.
¿Te sentís un referente dentro del ámbito musical platense?¿Y del país?
La verdad que no pienso así, en modo referente/no referente. No sé cómo describir ese modo, pero me lo hacen sentir un montón de artistas nuevos de la ciudad o del país, o incluso de afuera. Ahora tuve la suerte de ir a Uruguay y conocí a las Niña Lobo, de las que soy muy fan. Y nada, me quisieron contar que para ellas yo era un referente. Que hayamos tenido una noche juntos, que hayamos podido cantar una canción, para ellas era muy importante. Obviamente para mí también fue recontra importante porque escucharlas durante la cuarentena me ayudó un montón. No sé, conocer Niña Lobo es como que me refresca el espíritu, la mente, todo. Me parecen de un nivel internacional superior, muy alto. Y bueno, en esos momentos uno entiende eso, que quizás con tu música de alguna manera pudiste inspirar o marcar un camino. O ser eso de que las nuevas generaciones te usen de referencia a la hora de desarrollar un proyecto y que tengan esos puntos de apoyo frente a una duda artística o una duda de cómo encarar ese proyecto. Eso para mí está buenísimo. Está buenísimo porque estoy contento de cómo hicimos siempre las cosas con El Mató y cómo las seguimos haciendo. Y está bueno que eso inspire, es lindo. Después cada banda tendrá su camino, hay infinidad de formas de desarrollar un proyecto. Estoy diciendo una obviedad, pero cuando a uno lo toman como referencia está buenísimo.
¿Imaginás un futuro tocando solo, sin El Mató?
No, la verdad que no me imagino tocando sin ellos. Y ojalá que podamos volver a vivir esas noches intensas de contacto humano, baile, canto y diversión, que eran las noches en las que tocaba El Mató. Así que estoy esperando ansioso a que el mundo pueda resolver esta situación de pandemia para poder volver a vivir eso.
El evento comenzará a las 17 dentro de la sede Náutica del Club Universitario, ubicada en Av. Almirante Brown e/ 84 y 86, en Ensenada. Debido a las circunstancias sanitarias actuales el acceso será limitado y se implementará el distanciamiento social obligatorio.
