a
Vita Set presenta su nuevo álbum "Affaire"

Affaire: el romanticismo de Vita Set en tiempos de algoritmos

Foto: Valu Marozzi

El nuevo disco de la banda platense indaga en las cercanías y desentendimientos de los nuevos formatos del amor sin perder el movimiento.

Una bola de espejos gira y esparce rayos de luz. Cortinas metalizadas de papel cubren por completo las paredes del salón. Cada leve movimiento en los flecos plateados produce brillos que deslumbran la visión. Cinco jóvenes se suben al escenario y comienzan a tocar. Llevan camisas de colores setentosos y sacos largos, pantalones de oficina y zapatos acordonados.

Con glamour atildado, firmes en la nostalgia, los jóvenes señalan las cotidianidades y fugacidades de los vínculos amorosos actuales mediante instantes musicales. A través de las canciones de Affaire, su segundo disco, los Vita Set nos transportan desde un baile de graduación que nunca tuvimos, a momentos que vivimos o deseamos y que nos acompañan todo el tiempo: los rumbos ramificados del corazón que busca sentir entre tanto algoritmo. 

Tres años después de La Edad de Oro, la banda conformada por Tato Urbiztondo (voz), Manuel Álvarez (bajo), Santiago Hernández (batería), Franco Armisén (guitarra) y Matías Lima (sintetizadores), revitalizó su sonido expandiéndose hacia territorios más electrónicos. Si en el primer disco el pop coqueteaba con el indie y el rock, en Affaire predominan teclados luminosos, bajos puntiagudos, baterías sintéticas y guitarras deslizables. Una fórmula efectiva, un punto de inflexión  tan groove como experimental, donde los loops intervienen para desdoblar los sentimientos y canalizar el misterio de los (des)encuentros. Los Vita Set impregnan de un espíritu nocturno a las siete canciones del disco y transforman la melancolía crepuscular o de las altas horas en un viaje trepidante. Para asumir ese desafío el grupo se sirvió de las coordenadas sonoras del electropop francés de artistas como Breakbot y Lewis OfMan. 

Affaire se vivencia como una demostración innovadora, que llega para hacer que las luces de las casas giren y parpadeen, para que incursionemos de nuevo en la telenovela clásica de nuestros anhelos. Porque desde un comienzo los Vita consiguen que el encierro, la habitación solitaria, la pantalla soporífera, el chat estancado, se conviertan en un verano soleado o en una pista de baile ideal para los naufragios sentimentales. 

En perpetuo despojo de las formas anticuadas de concebir los vínculos amorosos, Vita expone sus cavilaciones románticas con respectivos anclajes millennials. Explora con discreción y sencillez la mecánica inextricable del deseo moderno, el paso de la euforia a la decepción, los circos y las máscaras virtuales que se montan para huir del compromiso, las huellas aparentemente indelebles de experiencias fugaces, el cóctel de intensidad y dramatismo de cada desengaño afectivo, el constante movimiento a otro lugar, a otra persona. Affaire es la expresión de un momento y a la vez de una época. 

El disco empieza en su punto más alto, con Romance de Fin de Semana—más de 100.000 reproducciones en Spotify—. Con la colaboración de la artista chilena Antonia Navarro, la canción se desenvuelve entre sintetizadores coloridos y bases contenidas. Con un timbre delicado, casi en un susurro, Antonia dialoga con la voz afligida de Tato sobre el peso de lo no dicho, el desentendimiento y la imposibilidad de retener a alguien. El estribillo de la canción puede quedar flotando en la memoria sensitiva de cualquiera.    

Una atracción inexplicable y la incertidumbre confusa que se da en Entre Líneas —cantada por Franco y Tato— se convierte en una despedida deseada en Si no hay con quien bailar, donde los correteos del bajo y las tramas coloridas contrastan con una disolución inminente y desgarradora. «Dudé de las personas felices», reconoce Tato, más escéptico que nunca de los happy endings. La invocación del baile y la necesidad perentoria por compartirlo vuelve con En Movimiento. Un encuentro casual, amor a primera vista y confesiones precipitadas se suceden con sintetizadores que esparcen la adrenalina melosa de algo nuevo. 

El desaliento cobra espesor en Cruel, quizás el tema más lento del conjunto. «Si te mentí es porque te quiero/ No hay verdad sin dualidad», revela Tato, de pronto sin energías, entre capas sintetizadas que se superponen para proyectar distancia. La envolvente Réplica sorprende con su bajo escurridizo y su secuencia cinemática. La percusión se complejiza, suma elementos puramente electrónicos y genera un efecto potente. Un recorrido arriesgado entre voces sampleadas y rimas al descubierto. 

El viaje culmina con Affaire de colección. Los Vita refuerzan algunos elementos del french house —como ese ostinato muteado de la guitarra y las ornamentaciones firmes del bajo— para condensar el espíritu sensible y romántico del disco. Esta vez la cadencia íntima de la voz de Franco sugiere la volatilidad del deseo, las consecuencias del paso del tiempo, el movimiento hacia lo esporádico o lo permanente y el juego imprevisible de los afectos.

Hay que escuchar hablar a los Vita Set para saber que todos van por el mismo carril. Tienen una sincronización comprometida. De forma sistemática, un integrante acaba las frases del otro. La timidez del grupo se disfraza de cordialidad. Así, sin ampararse en respuestas típicas, conversan con ADM sobre los significados del nuevo disco, su inmersión en el pop electrónico, sus influencias, el retrato de las dinámicas actuales del amor desde la escenografía del pasado y los planes para expandir el imaginario de Affaire. 

¿Cómo encararon la pandemia? 

Tato: Obviamente al principio nos sorprendió un montón y cambió todos los planes que teníamos. El disco iba a salir en abril del año pasado y va a terminar saliendo en mayo de este año.  Pero bueno, cambió la manera de pensar el disco y nos permitió sacar algunos adelantos. Como también tuvimos mucho tiempo sin ensayar, por la no necesidad de dar un vivo, pudimos dedicarnos más a la proyección de la banda, a organizar algunas ideas de cómo podíamos ir mostrando este disco y que, a la hora de su salida, las bases estuvieran bien asentadas para quien lo escuche. 

Manu: Grabamos el disco en febrero del 2020, ya casi estaba terminado, quedaban cosas mínimas, la mezcla, todo eso. No lo pudimos terminar. Como Diego —Acosta, productor— no podía ir al estudio tuvimos que ideárnosla para  tratar de sumar cosas. Aprovechamos el tiempo para escuchar los temas, ver cómo estaban y eso hizo que hubieran ciertas variaciones cuando pudimos volver a grabar.  

¿Agregaron alguna canción nueva? 

Santi: No, pero sí producimos. Pudimos avanzar un montón en una tanda que nos faltaba. 

Tato: De hecho habíamos grabado la voz de Cruel y cuando pasó lo de la cuarentena vimos que algunas cuestiones de las letras no nos cerraban tanto. Cambiamos esas partes y volvimos a grabar la voz. De haberlo sacado antes habría quedado así. 

¿Qué cambios sonoros creen que atravesó la banda? ¿Qué separa este disco del anterior? 

Mati: Creo que los separa el modo de concebirlo. En el disco anterior buscábamos encontrar ideas en el toque y componer a partir de ahí, de improvisar en los ensayos. Desde un primer momento este disco lo planteamos en una computadora, grabando desde cero, pensando ya la producción, como un material completo para rellenar y clasificar por partes.

Santi: En el primer disco también nos estábamos iniciando como banda, todo era un descubrimiento y eramos, capaz, inocentes en algunas cosas . La manera de hacer los temas era juntarse a ensayar. Tato traía una letra o una melodía y cada uno empezaba a tocar lo que más o menos le parecía. Así íbamos armando algo. Con el segundo disco nos sentamos todos con la compu, maqueteamos, fuimos viendo qué quedaba mejor, qué no. Cambió la forma de todo, incluso el sonido es mucho más electrónico, más moderno. El disco anterior capaz era más pop rock, ahora es más pop electrónico, algo más conciso, que patea.  

Esa sensación de que cada tema funcionara como un single, ¿fue algo buscado?

Tato: Más o menos, o sea, no explícitamente. No es un disco pensado desde un concepto sonoro de principio a fin, o en cuanto a las estructuras. Sí me parece que cada tema lo encaramos de una manera… no sé cómo decirlo…

Manu: Que se desarrollara toda la idea en la canción. 

Tato: Claro. Lo que se inicia en el tema termina en el tema, como que se vuelca toda la estética propia ahí. Las canciones no retoman tantas temáticas entre sí como en el disco anterior. 

Franco: No fue planeado, no es que dijimos ‘bueno armamos el disco y sacamos tantos singles’.  

Hay una influencia marcada del pop francés, de artistas como Lewis OfMan o Breakbot. ¿Cómo se dio eso? ¿Cómo funcionó en la personalidad de la banda?

Tato: Las primeras canciones del disco nacieron a principios del 2019 y en ese momento estábamos escuchando bastante pop francés. Nos gustaban los elementos que traían de la música de los 80. Tiene mucho de la música disco y a la vez de la electrónica , y nos parecía copado eso desde el sonido. Después del primer disco, que tenía un sonido más ligado al indie, esas influencias fueron como un norte para cambiar, para hacer algo totalmente distinto. Queríamos ese contraste, desde el sonido hasta el título, que fuera más corto. Sirvió para hacer nuestras canciones, y para expresarlo también desde acá, con letras hablando de cuestiones más actuales.   

Manu: Lo recurrente fue la música francesa, pero también usamos un poco de espejo Ti Amo, de Phoenix, que tiene como esa referencia a Italia, pero después como que todo eso se fue. Son un puntapié inicial, algo para salir. 

Santi: Y fue cambiando con el tiempo…

Tato: Con la maduración de las ideas.  

¿Y qué temáticas creen que se tratan en el disco? Lo cotidiano de los lazos amorosos parece ser uno de los tópicos más importantes.  

Tato: Hay mucha referencia al baile y a la pista de baile, como un lugar donde dejarse llevar. Y también esto del amor por celular, de lo no dicho, o cuando se entendió otra cosa de lo que se quería decir. Creo que siempre se está hablando de los vínculos, parados a veces desde la virtualidad. El disco hace referencia a la palabra ‘affaire’ de una manera irónica, a lo efímero que puede ser el amor en esta época.

Santi: También como de los veloces que son los tiempos hoy en día. Affaire como algo fugaz  

Tato: Pero memorable. 

Santi:  Claro, no implica que al ser corto no sea super significativo o intenso. A su vez también como algo, quizás, desinteresado o algo más dramático porque hubo de todo en el medio. 

Fran: Como algo que pasó y con lo que convivís como algo triste o feliz. Sé que puede sonar banal pero es eso, algo que te pasó, te hace mal pero la llevás bien, no sé.

Tato: Te amigás con eso. 

En estos sentidos, ¿qué tanto de la vieja forma de concebir el amor o las relaciones influyen en las representaciones de la banda? Porque hay una estética definida, una ‘plataforma vintage’ desde la cual enuncian su mensaje. 

Santi: Es que está esa relación constante de lo moderno con, no sé si sería la palabra exacta, lo clásico. Están todo el tiempo jugando, hasta en la sonoridad se percibe. Es moderno pero algunas de las formas de componer son más clásicas.

Tato: Justo estos últimos días estuvimos hablando bastante del revival y esa tendencia a mirar atrás, pero desde un óptica más actual. O sea, poder mirar atrás para poder mirar hacia adelante.    

Fran: Cómo resignificar un concepto a través de la estética y las letras.

Mati: Es un poco también la dramatización de un pasado, tomar cosas de distintas épocas y plasmar una idea general de algo que pudo haber sido o que tratás de hacer hoy, con esos elementos. Es algo que nos gusta y que lo aplicamos a cómo nos vestimos en los vivos, en los videos… 

Fran: Es generar una especie de fantasía de la que todos formamos parte. 

¿Cómo abordan en general las composiciones? ¿Qué discusiones se dan a la hora de decidir la lógica de una canción? 

Santi: Por lo general siempre estamos predispuestos a probar qué queda mejor. Ideas hay de todos todo el tiempo, algunas quedan, otras no. Lógicamente a veces a uno no le puede gustar tanto una idea pero sabe que funciona…

Franco: Como que ser cinco nos ayuda. Votamos, siempre se parte a la mitad, somos tres contra dos y queda así.  

Santi: Termina siendo lo que a la mayoría le gusta. Es lo que tiene laburar en grupo. Lo bueno es que nos entendemos y nos manejamos bien. 

¿Con este disco surgieron primero las letras o la música? 

Tato: Por lo general la música, con algunos fraseos de la letra que después quedan y se laburan más, como la forma de la canción.  Es arrancar con partes y después ver de qué manera pueden volverse consistentes entre sí, para generar una unidad de sentido que se sostenga. Antes de encarar el disco, directa o indirectamente, todos sabíamos hacia qué lado ir. Entonces, a la hora de saber qué canciones quedaban, estábamos de acuerdo. 

Santi: También hay diferentes disparadores. Hay un tema, por ejemplo, que es más electrónico, partió desde una base con el bajo y la bata, como algo constante, que se repite siempre. Y hay otros temas que surgieron de una melodía con el piano o un synthe.    

Ese tema es Réplica, ¿no?

Tato: Sí. Es muy distinto a lo que venimos sacando, también desde la concepción. Manu y Franco se juntaron a grabar ese loop. Después lo pasaron e incorporé una melodía arriba, después la letra la fuimos cambiando.   

Santi: Fue uno de los más difíciles de cerrar. Es un tema que repite todo el tiempo pero que a su vez está súper cargado de cosas. Manijeamos con eso y empezamos a probar y probar. Nos gusta que haya diferentes intenciones en los temas.  

La letra de Réplica es prácticamente cinematográfica. ¿A qué se refieren con «ser los primeros en ver el comercial»

Tato: Es muy visual, sí. Creo que, justamente, son las imágenes más vulgares que puedas ver. Un comercial es como que está en todos lados, los ves desde manejando un auto, caminando por la calle o en la tele de un bar cualquiera, están ahí.  Y la expresión de ‘ser los primeros’ es esa ansiedad que produce. Es una réplica, que se repite siempre de la misma manera.  

Mencionaron que ponerle Affaire al disco responde a una búsqueda estética y lo pasajeros que pueden llegar a ser los vínculos amorosos en la actualidad. ¿Hay algo más detrás de esa palabra?

Tato: Estamos muy acostumbrados a vivir lo corto e intenso, sin renegar de eso, aceptándolo. Affaire nos llevaba a ese lugar desde lo romántico. Hace referencia a una aventura amorosa entre dos personas que, irónicamente, se desliga un poco del amor sentimental. Y en el disco está esa disyuntiva de aferrarte a alguien y a la vez soltarlo.  

Mati: Es demasiado común, el ‘affaire’, esa manera de relacionarse de los jóvenes. Se posiciona como la respuesta correcta antes que el amor romántico o para toda la vida, como que se está cancelando un poco esa idea. Hoy todo el mundo prefiere un affaire. 

Manu: Además está ese juego de eternizar esa idea de affaire, la gracia de hacer un disco sobre algo que debería ser corto, olvidable, pero que para nosotros es importante porque deja una marca.  

Franco: Por eso el tema Affaire de colección, porque es algo que pasa y queda en vos, como todos los conceptos del disco.  

Mati: Y es un término que tiene una reminiscencia a toda la música francesa que fuimos escuchando. 

¿Están trabajando en algún material nuevo?

Tato: No tanto. Estamos trabajando en ampliar el universo de Affaire. Sacamos varios adelantos y queremos ampliarlo más desde lo audiovisual. Mientras, en paralelo, iremos haciendo temas nuevos, pero sin ningún tipo de presión. Después veremos qué hacemos con eso. 

Santi: Que el disco no sea un affaire, que siga, que nos deje algo. 

Tato: Hasta que no salga vamos a seguir en esa etapa. Tenemos que laburar el lanzamientos y otras cuestiones que exceden a la creación musical y que son re importantes, más al no poder tocar en vivo. El medio de difusión de la banda es virtual, la gente te ve o te escucha por el celular. Es importante trabajar eso, más para artistas independientes como nosotros.

 

Vita Set presenta Affaire y podés escucharlo a continuación: