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Fonso: samplear la vida

Foto: Maxi Guterman.

El integrante de Mansibal se presenta este sábado en Guajira junto a Emiliano Augusto. 

De Castelar a Berlín. De Berlín a Castelar. Y poco tiempo después Wedding, un disco trepidante de 17 canciones de pop electrónico en el que se materializó ese periplo. Si en Some Plays (2017) Fonso había demostrado ser un maestro del sample, en Wedding fue más allá y configuró un relato íntimo, con cuotas de nostalgia clásica y movimientos del futuro, un relato signado por paisajes y sonidos de una realidad que sólo podía ser abordada a través del tratamiento del detalle.

No es difícil imaginar a Fonso encerrado en su habitación, semejante a un científico en su laboratorio, escuchando música, enfrascado en desglosar fragmentos de líneas de tiempo y en recoger los núcleos de cada género. Una escucha sensible para detectar patrones y utilizarlos en pos de un sentimiento propio. Una deriva introvertida, una exploración del detalle que refleja un historial ecléctico, inabarcable. Fonso compone a través de la escucha, del montaje de emociones suscitadas y texturas del momento. 

Con Wedding ofrece su propio álbum de recortes, una amalgama de estados y temporalidades, digeridos y procesados por un oído insaciable, ávido de nuevas fronteras. Un viaje a veces vertiginoso, a veces avasallante, pero que siempre se constituye como una inmersión sorpresiva de registros inesperados.

Antes de subirse al escenario acogedor de Guajira, Fonso charla con ADM sobre los beneficios del vivo, las formas de escuchar un disco de larga duración y la influencia del entorno a la hora de componer.

¿Qué nos depara el show del sábado?

El sábado vamos a tocar en formato banda, lo cual es muy lindo. No hay nada más lindo que tocar con personas. Y vamos a estar tocando más que nada las canciones de Wedding, aunque obvio que también algún que otro clásico va a haber. 

¿A la hora de componer ya estás pensando en cómo lo vas a llevar al vivo? ¿Cómo vivís ese pasaje? ¿Sentís que algo se pierde?

No, para nada. Generalmente cuando compongo nunca pienso en el vivo. Em, siempre pienso en el vivo cuando estoy ensayando, pero cuando estoy componiendo sólo pienso en la canción, en la composición y en la producción. Creo que a la hora de llevarlo al vivo todo es posible. De hecho, de las cosas que más me gustan de tocar es no ser fiel a la canción y dejar la libre interpretación de cualquier persona que esté tocando. Cuando tocamos no respetamos las canciones de los discos. Las interpretamos, que es otra cosa. Y creo que eso es lo más rico de esa experiencia.. Y no, no siento que se pierda nada en realidad. Todo lo contrario. La reinterpretación de las canciones son, quizás, muchísimo más valiosas porque son bastante efímeras, suceden ahí en el recital y no sucederán otra vez. En cambio, las canciones del disco van a estar ahí forever en Spotify, uno las puede escuchar y van a ser siempre las mismas. 

Wedding y Some Plays superan la hora de duración. ¿Fue algo intencional? ¿Esto implica que hay una propuesta específica de escucha? ¿Cómo te gustaría que te escuchen?

Fue algo no tan intencional. Simplemente, a medida que los iba haciendo, me daba cuenta de que había muchos temas dentro de los discos. Y bueno, es muy difícil dejar temas afuera. Sobre todo porque trato de que las canciones tengan algo que ver entre sí, que pertenezcan a un mismo mundo, por así decirlo. Entonces, cuando termino y me doy cuenta que son 17 temas sé que no voy a poder separarlos. Bueno, digo, el disco es así. Son 17 temas, o 27 temas. La decisión de que el disco sea así es intencional, pero a veces llego sin querer a ese nivel de duración.

A mí me gusta publicar la música y, básicamente, esperar a que la gente lo escuché cuando quiera. Creo que las personas llegan a cierta música en un momento específico y que no hay que forzar esa conexión. Si publico un disco mañana no voy a pretender que todo el mundo lo escuche ese mismo día. Todo lo contrario, va a estar disponible para quien quiera cuando quiera. Entonces, con respecto a los discos de larga duración, no pretendo que la gente los escuche de una. Entiendo que no es muy adecuado para los tiempos que corren publicar discos de más de una hora de duración, pero al mismo tiempo, si pretendo que lo escuchen cuando quieran, está bien. Justamente, tenés toda tu vida para llegar a ese disco de más de 15 temas. A mí también me pasa, que hay discos o artistas que publican algo y que quizás los vaya a escuchar dentro de tres años porque en ese momento no estoy para conectar con ese tipo de música. Así que, respondiendo a la pregunta, me gustaría que me escuchen cuando realmente quieran escucharme.

«Si no se te ocurrió ni una idea acá no ocurrirá en Berlín», desafía Lucas Martí. Tuviste una historia muy especial con -entre otras denominaciones- la Meca de la Electrónica. ¿Crees que Wedding hubiera sido lo mismo sin ese viaje? ¿Qué pensás de esas especies de  ‘exilios creativos’?

Uy, muy buen tema de Lucas Martí. No, Wedding no hubiera sido lo mismo sin ese viaje. Incluso tiene ese nombre porque viví en ese barrio, al norte de Berlín. Pero tiene más que ver conmigo, no con el barrio ni con Berlín. Simplemente tiene ese nombre porque ocurrió en ese contexto, rodeado de ese lugar. El contexto me condiciona todo el tiempo, sobre todo si estoy creando algo. Más que nada, en vez de condicionar, me inspira. Eso es lo que uno busca también cuando quiere crear algo. Y a mí me encanta viajar, si hubiese estado en El Bolsón se hubiese llamado Bolsón, aunque hubiese sido muy gracioso ponerle ese nombre. Y sobre los exilios creativos pienso algo así. Es la búsqueda de una nueva inspiración, de un nuevo idioma y color, cuando uno ya está bastante cansado de lo mismo. Es un poco fuerte la expresión ‘exilio creativo’, para que eso sea así debería haber una dictadura o algo de lo que realmente exiliarse, como en los 70. Es un montón para la época decirlo así. Lo mío fue más un viaje en búsqueda de nuevas inspiraciones e influencias.

¿Hay algún artista platense actual que te interese? ¿Cómo vivís la escena de la ciudad cada vez que venís? 

Lamentablemente no fui muchas veces, por eso mismo la intención de tocar allá es una especie de inicio de prendida de una mecha para ir más seguido, poder ir a ver bandas y compartir proyectos. No podría hablar mucho de La Plata pero sí de artistas que me gustan mucho de ahí, como Isla Mujeres. Bueno, Emiliano Augusto es un artista que no vi nunca en vivo y que no conozco en persona, pero armamos una fecha porque justamente me interesa mucho conocerlo y escucharlo.

El sábado Fonso se presenta junto a Emiliano Augusto en Guajira Bar y podés adquirir tu entrada acá