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Van der Sar adelanta su disco debut: El Magnetizador

Es difícil definir musicalmente a Van der Sar. Coqueteos pop, fuerza rockera y pasajes instrumentales desconectados de las urgencias y la efectividad contemporánea. Su disco El Magnetizador es la respuesta emocional y creativa que Juani Degliantoni, Facundo Pirrotta y Lucas Stefenón encontraron luego de la disolución de Muerte al Tío Cosa. Sumando a Franco Eliçabe Díaz, Van der Sar grabó un disco catártico y curativo que estrenan este viernes 21 de septiembre.  

“En mayo del 2017 empezamos a ensayar más seguido”, dice Lucas y Juani lo interrumpe sorprendido: “¿Tan poco? ¡Si el disco lo arrancamos fin del año pasado!”. A pesar de la velocidad del proceso, las canciones, el sonido y la grabación del disco decantaron de una forma natural. “Cuando nos propusimos armar una banda nueva, sabíamos muy bien que queríamos alejarnos de lo que veníamos haciendo con Muerte al Tío Cosa”, dice Juani y agrega: “en un momento nos dimos cuenta que estábamos exagerando y pusimos un freno. Diferentes ya éramos. Nos planteamos las premisas de volver a lo del rock clásico de grabar en vivo y de no estar atado al click”.

“Al recorrer el disco te das cuenta que es una historia, hay un proceso”, analiza Juani. “Estábamos todos los días juntos durante tres meses, desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche. Nos íbamos en tren y subte hasta Chacarita. Fue un ritual hermoso. Nos hicimos muy amigos y ahí nació el concepto del disco”, completa. “El viaje, lo que nos pasó a nosotros, el cambio de la banda anterior a ahora, cómo afianzamos la amistad entre nosotros. Todo eso fue parte del viaje, las canciones son parte del viaje y está todo unido”, piensa Lucas.

El magnetizador, cuentan, era una persona a la que le llevaban gente triste o con problemas y, por un proceso espiritual, les quitaba las energías negativas. Facundo, el guitarrista, fue el que un día les dijo a sus compañeros metiendo presión: “Hacemos una banda nueva o mando todo a la mierda”. Más adelante, mientras ensayaban ya con Van der Sar como una realidad, Facundo siente que entró en la piel del magnetizador. Él, capitalizando las canciones y grabando junto a sus amigos un disco debut que liberaba antiguas tristezas y malas energías con la vista siempre hacia lo que viene. El camino hacia adelante lo marcan las nueve canciones que la banda analiza a continuación para ADM.

El Magnetizador. Track por track.

No pude disfrutar del invierno

Arrancó un poco en joda esta estética tipo Leonardo Favio en el nombre de la canción, pero después empecé a sentir que el tema tenía esa estela década del 50, con ese estilo orquestal. Me hace acordar a esos temas viejos. Tiene cascabeles a lo Beach Boys, muchos vientos.

Elemento

Hay muchos samples de nuestras familias. Tiene esa cosa de acercamiento a los seres queridos, tanto amigos como familia, que antes no lo teníamos. Es muy transparente el disco, el que nos conoce nos va a encontrar en las canciones. Este es el tema más viejo del disco. El sonido de la batería es característico de todo el disco y es todo Hernán Asconiga. Le dijimos: que se sienta a Bonham tocando la batería y tipo encontró el sonido que buscábamos. Es un genio. Nosotros buscábamos para la mezcla a alguien que se involucre artísticamente con las canciones y por suerte lo encontramos.

Emperadores

«Puede ser lo que sea, menos un engaño», dice en una parte y nos parece una frase que sintetiza todo. La letra se hizo entre Facu y yo (Degliantoni). Este tema tiene cosas de The Last Shadow Puppets, de ese Turner más orquestal, con tintes clásicos.

J&H

En este tema colabora Franco Armisén, guitarrista de Vita Set. Con ellos y con Lynx tenemos una amistad increíble.

Shaolin

La primera estrofa de Shaolin es el audio de la maqueta, es un audio grabado con el celu. Me encantaba esa onda medio gypsy, lo grabé en la casa de un amigo con un micrófono medio pedorro. Nunca más lo pude hacer igual. No pude replicar ese swing entre la guitarra, la voz, la forma de cantar, todo. Hernán agarró el demo y lo abrió todo. El otro día Facu dijo que nosotros estábamos muy ansiosos de mostrar lo que hacemos porque es lo que somos. La maqueta de Shaolin es lo que somos. La persona que escuche este disco no se va a encontrar con ninguna pose. El disco es una catarsis tremenda. Van der Sar suena a una mezcla entre melancolía y energía. Los cambios que aparecen en los temas son fruto de que nunca nos pusimos a pensar cómo tenían que sonar las cosas.

El magnetizador

Facu estudiaba psicología en ese momento. Había un tipo que era “el magnetizador”: le llevaban gente que estaba triste o que tenía ciertos problemas y el tipo por un proceso medio espiritual les sacaba las energías negativas a las personas. Un día estaba cantando y se sentía que él, componiendo la canción, era el magnetizador. Facu es el magnetizador. «Tengo un poder, solo es un poder/lo puedo perder si escondo mis pies, /entre las sombras», dice en una parte. Nos sonó como que el disco es un poco eso. Tiene una cosa medio Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band.

Sugestión

Acá hay unos scratch de un dj alemán que conocimos por Instagram. Es el tema más de cuelgue instrumental, porque son dos temas fusionados. Salió de la primera toma en El Pie y tiene una zapada que nunca pudimos replicar. Bajamos las luces del estudio y nosotros nos metimos a fondo con el tema. Nunca nos volvió a salir así. Está todo grabado en vivo y hay juegos de violas con la bata medio Zeppelin que no nos salen.

Los cobardes

El tema arranca con el audio de una rusa que conocimos. Le dijimos: ‘grabate algo para Van der Sar. Putea a Putin y saluda a la banda. Es muy bueno.

Temporada

Este es el tema que cierra el disco y habla del pensamiento interno: mientras más te metes, menos salís, intentando solucionar algo. Me acuerdo que ese verano me fui de mochilero al norte. Estaba medio mal anímicamente y escribí esto. Es la letra que más me gusta del disco. «Tome la ruta para escapar, pero en el viaje estaba yo», como diciendo que si no lo solucionas con vos mismo podes ir hasta Jujuy pero los problemas te van a seguir. «Un minuto más en este fangal no me puede dar una respuesta», dice.